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Durante sus 24 años como abogada que representa a padres e hijos en casos de dependencia y otros relacionados, la nueva miembro de la junta directiva de la FIC, Sabrina Ayers Fisher, ha observado un tema común que se repite una y otra vez.
"Las familias son los pilares esenciales de nuestras comunidades", dijo, "cuando tenemos familias sanas y seguras, tenemos comunidades que prosperan".
Trabajar con los padres y sus hijos es la pasión de Sabrina. Aunque se unió a la junta en octubre de 2021, su conexión con el FIC comenzó en 2016 cuando conoció a padres aliados a través del Tribunal de Menores del Condado de Maricopa.
El tribunal patrocinó las clases del programa HOPE, que fueron dirigidas por padres aliados, con la participación de personal del tribunal y otros profesionales, para enseñar a los padres lo que pueden esperar en los procedimientos de dependencia. Cuando el tribunal perdió la financiación de las clases HOPE, la FIC encontró fondos para continuarlas.
El programa HOPE evolucionó hasta convertirse en un enfoque de equipo multidisciplinar más amplio que abarcaba varios servicios, jurídicos/judiciales, trabajadores sociales y navegadores de padres, para crear mejores resultados en los casos de dependencia. Este enfoque ha tenido mucho éxito.
"Muchos de los navegadores de padres eran del Family Involvement Center, que también trabajaban en el proyecto HOPE", recuerda Sabrina. "Estamos viendo un gran éxito en la forma de apoyar a los padres que pasan por la dependencia. El Family Involvement Center es una parte muy importante de esas formas creativas que están mejorando la representación de los padres".
Cuando los padres llegan al sistema de DCS, se sienten abrumados por el proceso. Muchos tampoco saben dónde encontrar a sus hijos. Para Sabrina, es posible participar en ayudar a los padres a rehacer sus vidas.
Estos padres a menudo no han tenido modelos positivos de crianza. Por eso, además de aprender mejores prácticas de crianza, tienen que enfrentarse a retos como el abuso de sustancias, la salud mental o la obtención de un empleo.
"Veo la humanidad del proceso y veo que estas personas aman a sus hijos", añadió Sabrina. "No creo que demos a los padres que tienen éxito en la reunificación el suficiente crédito por lo que realmente supone".
Aunque ya no interactúa con el personal del FIC debido a su trabajo actual, Sabrina se convirtió en miembro del consejo porque cree en la misión. Quiere centrarse en educar al público sobre los servicios del FIC y conseguir que más padres sepan que hay un grupo preparado y capaz de ayudarles a ellos y a sus hijos.
Al fin y al cabo, la mayor alegría de Sabrina son esos días en el juzgado en los que los padres se reúnen con sus hijos.
"Cuando veo a los padres y a los niños sanos y felices y llenos de alegría, me reafirma por qué hago el trabajo que hago y por qué soy abogada", dijo.